Lorena Oliva, es tía de Luz Morena Oliva, y hermana de Damián, papá de la nena que desapareció en 2014 junto a su madre y que este miércoles encontraron paz con la condena de su asesino: Juan José Murúa.

Por unanimidad Juan José Murúa fue condenado a prisión perpetúa por el crimen de Marisol Reartes y Luz Morena Oliva, cabe destacar que ya purga una pena similar en San Luis por el asesinato de Brenda Arias por lo que las condenas fueron unificadas.

En comunicación con Radio Verdad, Lorena Oliva expresó.

“Hemos padecido nueve años y llegamos al final con una perpetua por unanimidad y eso me da satisfacción de que todo el jurado pudo ver que este hombre no puede estar en la calle.”

Lorena se lamentó que Murúa no dijo dónde están los cuerpos de Marisol y de Luz, “Hubiera estado bueno que cuando dijo las últimas palabras en vez de insistir en su inocencia nos hubiese dicho dónde estaban los cuerpos, pero se mostró de la misma manera que en el juicio de Brenda Arias, tampoco dijo nada, es un psicópata que esperamos que con el paso del tiempo pueda darse cuenta de todo el daño que causó. La justicia cree que las personas así en la cárcel pueden mejorar, pero creo que a un psicópata como este no podemos seguir manteniendolo, por eso estoy convencida de que la pena de muerte para tipos como estos tiene que existir.”

Recordó a su hermano Damián, pilar de la familia y subrayó que nunca perdió la esperanza de encontrar a su hija con vida,“La tranquilidad que nos queda es saber que Luz Morena está con su padre porque nuestro hermano siempre decía que la iba a encontrar y encontró la muerte y están juntos en el cielo.”

Reconoció que luego de tanta tragedia es difícil recuperarse, “Con estas pérdidas es muy difícil rehacer la vida, no nos vamos a recuperar nunca, aparte mi hermano estaba siempre pendiente de su familia, de sus amigos, de la gente del pueblo, es muy difícil recuperarse, pero tenemos que seguir viviendo porque tenemos hijos que criar y para eso tenemos que estar bien y lo que buscamos es vivir un poco más tranquilos porque esta lucha se hacía muy pesada.”

Contó que con la familia de Marisol a lo largo de los años pudieron recomponer la relación y luchar juntos por justicia, destacó que la relación en un momento se rompió porque les costó entender que Murúa tenía que ver con la desaparición de las chicas.

“Con la familia Reartes pudimos limar las asperezas y ahora estamos bien, el enojo surgió porque desde un principio yo dije que Murúa o su hermano tenían algo que ver, y de todo lo que he estudiado a lo largo de estos años sobre gente desaparecida nunca alzan a nadie al azar siempre te estudian porque un daño quieran hacer y era muy difícil que una persona con semejante prontuario que estuviera cerca de Marisol y no tuviera nada que ver, eso siempre se los dije a la familia Reartes, que se enojó porque no podían entender que él los ayudará a buscarlas, pero lo mismo hizo con Brenda Arias que ayudó a buscar porque son asesinos, psicópatas.”

Destacó que su madre no pudo soportar el juicio y terminó internada con la proyección de la colocación de un stent, “Por eso fui yo pero ella me pidió que actué como lo haría ella que ni lo mire y ayer estuve tranquila como lo hubiera hecho mi madre y ahí me di cuenta que los nervios que se viven al estar tan cerca son imposible de soportar, es un psicópata que no le importa nada de la vida y nada de nada. Cuando leyeron la sentencia no lo vi a él porque estaba muy cubierto de personas de la penitenciaría, se que se agarró la cabeza porque me dijeron las chicas pero yo no lo vi, pero cuando terminaron los alegatos ya la cara se le desdibujó y sabía que se le venía algo así.”, concluyó.

Entrevista de Sandra Aguilera para Central de Radio.