“Trato de mantener viva la memoria de los pibes que se fueron”, Brenda, sobreviviente de Cromañón
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La tragedia de Cromañón es una herida latente para los argentinos, ninguno olvida aquella fatídica noche del 30 de diciembre de 2004, cuando un incendio en República Cromañón, un boliche ubicado en el barrio de Once de la ciudad de Buenos Aires, se cobró la vida de 194 personas y dejó un saldo de más de 1400 heridos, durante un recital de la banda de rock Callejeros.
Brenda, tenía 19 años y es una sobreviviente de una de las mayores tragedias nacionales. “Hoy tengo 34 años la percepción de los hechos va cambiando con el paso del tiempo, y hoy me parece increíble, a Cromañón esa fue la primera vez que iba, porque yo seguía a Callejeros.”
Brenda recuerda que esa noche asistió con cinco amigos. “Mi mejor amigo con su novia, la hermana y otra amiga del barrio, fuimos todos juntos, el calor nos invitaba a quedarnos en casa pero fuimos igual, porque mi amigo me había regalado las entradas y cuando comenzó a tocar Callejeros él me subió a caballito y lo único que pude ver fue un resplandor a mis espaldas, el grupo dejó de tocar, mi amigo me bajó pero nunca pude tocar el piso, fui arrastrada como en una marea humana sin que pudiera caminar, hasta que en un momento se descomprimió cerca de la puerta, me caí al suelo, me golpeé, me hice una bolita y pedía que no me pisen y luego me quede pegada a una columna hasta que me sacaron, sentí dos brazos que me levantaban y me sacaron, no puedo precisar el tiempo que estuve ahí.”
Brenda dijo que cuando ingresó no presintió lo que podía pasar, pero destacó que el calor en el interior era muy intenso. “Después analizando sentí que la vida me había dado señales, primero nos olvidamos las entradas, nos volvimos a buscarlas, no entramos al principio por el calor, fui al baño, pero no me quede porque había mucha gente.”
La mujer pudo reencontrarse dos horas después con su grupo en la calle, salvo a la novia de su amigo que fue derivada a un hospital y logró sobrevivir. “Fuimos uno de los pocos grupos de amigos que sobrevivimos.”
Para Brenda el mayor responsable de la tragedia es el Estado. “Si hubiésemos tenido personas responsables que no hubieran aceptado coimas para habilitar ese lugar, esto no hubiera pasado. Anibal Ibarra debería haber pagado, pero pareciera que él no estaba ocupando el cargo que ocupaba, los funcionarios tuvieron menos penas que la banda, es algo que nos pasa en este país. ¿Qué más responsabilidad que los funcionarios que se dejaron coimear? Es increíble, cosas que pasan en Argentina.”
Definió como una “lotería” haber sobrevivido. “Te genera una situación de culpa, es extraño pensar ¿Por qué vos si pudiste continuar?”
Relató que durante dos años no pudo dormir, pero que con ayuda psicológica pudo ir superando y retomando su vida normal.
“Un señor de un puesto de diarios nos dio monedas para que podamos hablar en un teléfono publico que él tenía y así les avise a mis viejos y luego nos fuimos encontrando, previamente, nos pusimos a buscar a la novia de mi amigo en los hospitales, y después volví a mi casa en un taxi con un puñado de monedas que me había dado un vecino y el taxista no me quiso cobrar.”
Brenda, dice que habla para que no se olviden de los “pibes” que se quedaron ahí, de esos chicos cuyas vidas se truncaron por la una cadena de irresponsabilidades. “Quiero mantener viva la memoria de los pibes, todos los años en el aniversario vamos al santuario y hacemos algún evento cultural, nos gustaría recuperar las cosas que se quedaron ahí adentro porque son nuestras, gracias por recordarnos”, finaliza la joven la comunicación con Radio Verdad, recordar es un derecho que no debemos perder, para que nunca más un “cromañón” nos robe la vida.